The sound of drums is music to Benny's ears.
I've learned firsthand that exposing kids to music at a young age is a great way of letting them express themselves, especially if they haven't started talking.
Benny surprised us during the holidays when he opened a gift from Grandma Dotty. The gift was a educational puppy that reads stories and plays music.
When we pressed the music button on this toy puppy, the melody made Benny dance!
He raised his hands and shook his little body to the music.
It was the cutest thing ever! He was letting us know that he was happy about his gift.
When I was pregnant with Benny, we used to play music for him.
Paul would get close to my tummy and play the guitar for his unborn son.
I'm not sure if that served as a foundation for his love of music (although studies tend to indicate so) but nowadays, Benny dances to cumbia and samba music at home with mommy, enjoys a loud mariachi, loves the drums and always tries to figure out Paul's guitar.
We plan on incorporating music into Benny's life as much as possible.
One certified music therapist said: "Children learn about themselves and others by playing music together and by listening to each other - tapping into hidden courage that can be played out by dancing and singing together..."
Interestingly enough, a 2007 poll by Reuters found that 88% of all post-graduate students in college and 83% of all people earning $150,000 or more had extensive music training throughout their lives.
So I say let the music play...cha-cha-cha!
En español
El sonido de los tambores le fascina a mi Benny.
He aprendido que exponer a mi niño a la música a su temprana edad, lo ha permitido expresarse, sobre todo porque todavía no ha comenzado a hablar.
Benny nos sorprendió durante la navidad, cuando abrió un regalo de la abuela Dotty. El regalo era un cachorrito educativo que lee cuentos y reproduce música.
Cuando presionamos el botón de la música, la melodía hizo bailar a Benny!
Levantó las manitas y empezó a moverse con a la música.
Fue la cosa más cómica que hemos visto.
Antes de que naciera Benny, ya le tocábamos música.
Paul procuraba tocar la guitarra a un lado de mi barriga.
Hoy en día, Benny baila cumbias en casa conmigo, disfruta de la música de mariachi en los restaurantes y recepciones de eventos, le encantan las canciones folclóricas del abuelo Pancho, los tambores y siempre busca la guitarra de Paul.
Estamos pensando en incorporar la música a la vida de Benny los más que sea posible.
Un músico-terapeuta certificado dijo que: "Los niños aprenden acerca de sí mismos y otros tocando música juntos y escuchando a los demás – es importante aprovechar el valor oculto de la música dejándolos tocar y cantar juntos"
Curiosamente, una encuesta que se hizo en el 2007 por Reuters encontró que el 88 % de todos los estudiantes de postgrado en la universidad y el 83 % de todas las personas que ganan ingresos anuales de $ 150,000 dólares o más habrían tenido una amplia formación musical toda su vida.
Así que súbanle al volumen y ... cha -cha- cha!
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