Tuesday, August 19, 2014

Benny in New York City

"Start spreading the news, I'm leaving today. I want to be a part of it, New York, New York."

Chance and circumstance have turned Benny into quite the little traveler.

With two destination weddings within a year, a mother who’s frequently traveling for work and a temporary relocation to Washington DC, it’s not surprising that Benny has accumulated his share of frequent flyer miles.

Fortunately for us, he’s adapted quite well to each of the destinations we’ve visited. But nothing seems to make Benny relish as much as the action and diversity of big metropolitan cities.

In New York, he enjoyed a cab ride, held onto the railing of a ferry with laughter and did just fine with the pushing and shoving of the masses on the subway.

He ran joyously around Times Square, even though he paused when he observed some fake Disney characters (they scared him).

Once we got to Sunday mass at the St. Patrick’s Cathedral, the quiet environment inside was simply too unexciting for Benny so he started yelling and singing funny word-like sounds and uttering his typical toddler speech with an occasional “vamos,” which meant he wanted to leave.

New York City may not be the most kid-friendly city in the world (heavy traffic, crazy crowds, busy streets) but I think it’s great for kids to take in the colors, smells, sounds and diversity of the city that never sleeps!












"Are we really leaving already, mami?"

 

En español

Sin querer, queriendo, Benny se ha convertido en un pequeño trotamundos.

Con dos bodas internacionales en menos de un año, una madre que viaja con frecuencia por medio del trabajo y una reubicación temporal a Washington DC, no es de sorpresa que Benny ha acumulado bastantes millas de viajero frecuente.

Afortunadamente, el niño se ha adaptado muy bien a cada uno de los destinos que hemos visitado.

Pero nada parece complacer a Benny tanto como la acción y la diversidad de las grandes ciudades metropolitanas.

En Nueva York, disfrutó de un viaje en taxi, se agarró a la barandilla de un ferry (Transbordador) con risas y se adaptó muy bien al metro a pesar de los empujones de tanta gente queriendo entrar al tren.

Corrió alegremente alrededor de Times Square, a pesar de que unos imitadores a personajes de Disney lo asustaron.

Una vez que llegamos a la misa dominical en la Catedral de San Patricio, el ambiente tranquilo dentro fue demasiado aburrido para Benny por lo que comenzó a gritar y cantar sonidos y burucas, entre las cuales se le oía decir "vamos," indicando que ya se quería ir.

Quizá la ciudad de Nueva York no sea la más accesible para familias con niños pequeños (tráfico fuera de control, multitudes por donde quiera, calles demasiado concurridas) pero creo que ¡es buenísimo exponer a los niños a los colores, los olores, los sonidos y la diversidad de la ciudad que nunca duerme!

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